¿Qué tienen en común los grandes líderes? Un porqué.

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¿Cuál es el secreto del éxito empresarial?

Francamente, no existe una fórmula secreta que garantice el éxito de una organización. Sin embargo, lo que sí es una realidad es que de dos organizaciones iguales en condiciones y con exactamente las mismas características y recursos; una logre triunfar y la otra, no.  ¿A qué se debe?, ¿acaso el modo de operar de una es mejor que el de la otra?

grandes líderesSegún Simone Sinek, quien ha estudiado durante años el comportamiento de las organizaciones líderes mundiales, así es. Más concretamente, Sinek asegura que los líderes de todas las empresas triunfadoras comparten un modo de comunicarse, pensar y actuar, todos siguen el mismo patrón. De hecho, está tan convencido de ello que ha expuesto, incluso, su teoría del “círculo dorado” en una TED Conference en Puget Sound, Washington.

El círculo dorado, en realidad, consiste en tres círculos de diferente tamaño de manera que quedan agrupados por el círculo siguiente. El círculo que envuelve a los otros dos, representa el QUÉ y denomina el objeto social de las empresas, a qué se dedican y no tiene nada de especial porque la totalidad de los agentes implicados lo saben.

El segundo círculo comprende el CÓMO. Éste grupo ya es un poco más selecto, pues sólo el 75% de las compañías saben realmente cómo hacen lo que hacen. En términos generales, en este grupo encontramos a la mayoría de las empresas del mundo.

No obstante, lo que hace a las empresas grandes es tener un líder capaz de transmitir y comunicar el tercer círculo, él PORQUÉ la empresa hace lo que hace; cuál es su causa, su razón de ser. La razón por la que este hecho resulta tan determinante es que las personas no te siguen por lo que haces, te siguen por lo que crees. Te siguen porque comparten tus razones. Al igual que los consumidores no compran por lo que fabricas, sino que compran por el motivo que tienes para fabricar.

En esencia, si cortáramos el cerebro desde arriba por la mitad, se podría observar cómo los tres círculos anteriores que define Sinek encajan asimismo a nivel físico con la distribución cerebral. La parte más externa corresponde al neurocortex y se encarga principalmente del lenguaje y el ámbito lógico-matemático; que a su vez correspondería con el QUÉ del primer círculo.

La parte más céntrica del cerebro corresponde al sistema límbico, que no entiende de lenguaje racional y se encarga de las emociones, del comportamiento; es quien conoce de confianza, de lealtad y, además, es el lugar de dónde provienen las decisiones.

En consecuencia, esto nos muestra que no sólo es importante que los tres elementos sean explicados  por los líderes, sino que el orden en que lo expliquen será determinante. Si nos centramos en transmitir las características de nuestros productos/ideas/conceptos y sus ventajas, nos estaremos refiriendo a la parte lógica del cerebro, pero no estaremos empujando a las personas a actuar. Por el contrario, si nos comunicamos de adentro hacia afuera y empezamos explicando la razón de ser de nuestro producto/idea/concepto, estaremos atacando directamente a la parte que controla la acción y, por lo tanto, aumentaremos la probabilidad de ser seguidos.

Finalmente, es preciso destacar que lo que mueve a los seguidores de un líder no es el líder en sí mismo; sino que comparten las razones de aquello que persiguen. Pues como dice el mismo Simon Sinek, si esto no fuera así el discurso de Martin Luther King en vez de haberse llamado “Yo tengo un sueño” se hubiese titulado “Yo tengo un plan”.

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