Hoy en día, fruto de la actual situación económica, muchas compañías buscan nuevos mercados en los que establecer su actividad y mejorar su negocio. Para ello, las ‘Joint Ventures’ son alianzas estratégicas que permiten a dos o más empresas trabajar conjuntamente contribuyendo en inversión, tecnología, canales de distribución, fuerza de trabajo y conocimientos específicos para la consecución de una meta común. Cuando hablamos de ‘Joint Ventures Internacionales’ nos referimos a un acuerdo de colaboración que regula la relación entre compañías de países diferentes.
Cada día, muchas alianzas se forman, pero muchas otras también se disuelven. Según un artículo publicado por T.K Das y Bing-Sheng Teng, ‘A risk perception model of alliance structuring’, el índice de fracaso de las alianzas puede llegar a ser mayor al 50%, y este alto porcentaje de fracaso es principalmente resultado de las múltiples dificultades y riesgos inherentes a la creación de una alianza estratégica. Veamos entonces cuáles son estas dificultades que pueden explicar tan bajo índice de éxito y algunos factores clave para el triunfo de una alianza estratégica internacional.
Existen dos tipos de riesgo cuando hablamos de alianzas estratégicas; riesgo relacional y riesgo percibido, ambos presentes en la gestión de los recursos y el conocimiento de los ‘partners’. El primero hace referencia a una relación insatisfactoria entre las partes de la alianza. Pueden aparecer discrepancias respecto a las prioridades y estrategias de las diferentes empresas, lo cual se podría traducir en conflictos por falta de apoyo o compromiso hacia la alianza. Por otra parte, el riesgo percibido se refiere a factores tanto internos como externos que perciben las empresas y que pueden afectar negativamente a la alianza y conducirla hacia el fracaso. Pueden aparecer malentendidos y conflictos si las compañías no llevan a cabo un análisis en profundidad de la situación, del entorno y del ‘partner’ antes de crear la alianza. Muchas empresas no establecen una gestión apropiada para manejar las diferencias entre ellas, lo que se traduce en conflictos a la hora de desarrollar la actividad común.
Encontramos también factores culturales que influyen en la continuidad y supervivencia de las alianzas. Diferencias en cómo cada una de las partes percibe y adapta las oportunidades y amenazas al entorno son difíciles de solventar en las ‘Joint Venture Internacionales’. Es posible que una de las organizaciones no esté familiarizada con el entorno y la manera de desarrollar la actividad en un país diferente al propio.
Podemos mencionar también algunos factores no controlables o difíciles de controlar que pueden influir negativamente en las alianzas estratégicas como la demanda, la competencia, la legislación vigente o la situación económica y política del país. Una crisis económica como la que se ha estado viviendo durante los últimos años es un factor incontrolable que tiene un impacto negativo en la alianza y que puede condicionar la continuidad de la misma.
Para conseguir un buen resultado en una alianza estratégica hay varios factores esenciales que debemos considerar para aumentar las posibilidades de éxito.
La complementariedad y contribución en los recursos reduce el índice de fracaso de las alianzas estratégicas internacionales. Un claro ejemplo de ‘Joint Venture Internacional’ exitosa es el de la colaboración entre Jaguar Land Rover, el mayor fabricante de vehículos de lujo en Reino Unido, y Chery Automobile, una importante empresa automovilística china. Crearon una alianza mediante la cual ambas se complementaban con experiencia y conocimiento para producir coches bajo el nombre de una nueva firma en China. Jaguar Land Rover aportaba tecnología avanzada y motores de baja emisión mientras que Chery Automobile aportaba conocimiento sobre la industria y los consumidores chinos.
Por otra parte, establecer una relación de confianza entre las diferentes partes de la alianza también es un factor esencial para el éxito de la ‘Joint Venture’. La confianza ayuda a los ‘partners’ a adaptarse y a continuar con su relación de manera exitosa.
Cabe decir que una capacidad de aprendizaje simétrica es un factor importante para evitar posibles conflictos y garantizar la estabilidad de la colaboración. El control y la gestión correcta de los recursos y conocimientos son vitales para la creación de una alianza estratégica exitosa.
En resumen, una ‘Joint Venture Internacional’ es una forma de expandir el negocio e introducir la compañía en nuevos mercados. Aunque algunos problemas pueden surgir a causa de las dificultades en la gestión y el control de ésta, la realización de un profundo análisis previo de la situación y de las posibilidades con el ‘partner’, la consolidación de una relación simétrica y de confianza, así como una rigurosa gestión de la alianza, puede garantizar el éxito de la ‘Joint Venture Internacional’.
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