¿Qué pensaría si leyera en una oferta de trabajo “Se busca emprendedor fracasado”? Es así como nos sorprende una noticia publicada en El País. Actualmente, el perfil de un emprendedor fracasado es lo que muchas empresas tanto en China como en Estados Unidos están buscando ya que aportan valor añadido.
¿Por qué fracasan los emprendedores? Esa es la primera pregunta que nos debemos hacer al leer este tipo de anuncio. De hecho, las razones por las que las empresas que no logran alcanzar el éxito son principalmente tres:
- Problema del mercadeo: esto se debe a que el coste de investigar y crear un producto o servicio nuevo es mayor que el coste de tomar una idea ya existente e innovarla o renovarla agregándole valores de presentación, uso, precio, calidad, comercialización, etc.
- Puente roto entre la producción y el mercado: la frecuencia en que se ocurren ideas fantásticas de productos o servicios es alto, el problema es que no encuentran el canal de distribución adecuado, ni cómo hacer para que los almacenes de cadena les permitan a estas empresas llegar al consumidor final ya que les falta credibilidad y confianza para que éstos cedan. Además cabe añadir, que normalmente a la hora de lanzarse como nuevo al mercado, faltan análisis de mercado contundentes para adivinar que tu innovación va a tener gran éxito y, por tanto, al no conocer el mercado de manera exhaustiva, la brecha entre producción y consumidor final es más grande.
- Se tiende a olvidar la ecuación rentabilidad/flujo de caja: esto quiere decir que los emprendedores deben tener en cuenta tanto el concepto económico como el financiero para llevar a cabo sus innovaciones. Extendiéndonos, al lado del resultado económico, de los balances o cuentas de resultados también se deben presentar objetivos financieros, es decir, predecir cuanto dinero van a necesitar a corto y medio plazo y cómo va a financiarse. Por tanto, el emprendedor tiende a confundir los resultados económicos con el dinero en caja y, además, muchas veces confunden este dinero de caja con las utilidades disponibles y, de este modo, lo convierten en dinero de bolsillo.
Por estas tres principales razones, muchos emprendedores no han podido seguir con lo que un día fue su sueño. No obstante, son ahora éstos quienes son buscados ya que tienen una sólida experiencia comercial y de marketing, además de un foco en el cliente, una pasión, una creatividad y una capacidad de crecerse ante las dificultades que resultar muy valiosas en una organización establecida.
Es cierto que en países como España esta tendencia todavía no ha llegado y que, de hecho, se tiene una aversión al fracaso. El fracaso se ve como algo negativo, una cualidad de alguien que no ha hecho algo bien.
¡Es hora de cambiar el chip! Como dijo Thomas Edison de Thomas «No he fracasado 700 veces, he logrado probar que esos 700 caminos [para inventar la bombilla] no funcionarán».
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