Los consumidores-innovadores: la nueva fuente de conocimiento

En la actualidad hay tantos mercados maduros debido a, en gran parte, la desmesurada competencia existente. Las empresas deben hacer virguerías para encontrar nuevos nichos que aún no están explotados o bien encontrar nuevos mercados. Decir esto es fácil, sin embargo la complejidad llega a la hora de ponerlo en práctica. Muchas empresas no saben implementar ciertas estrategias para descubrir nuevos mercados, desfalleciendo la mayoría de ocasiones argumentando que en cierto modo esto es una quimera. Pero, ¿realmente es una quimera encontrar nuevos mercados? Bueno, la cuestión reside en que debes apoyarte del material preciso si quieres triunfar. Las empresas han de virar un poco el enfoque que poseían ya que de esta forma conseguirán lo que se propongan, en este caso la búsqueda de nuevos mercados.

Este material preciso al que hemos llamado personas, concretamente los consumidores-innovadores. Las empresas pueden hacer servir las experiencias vividas por estos nuevos consumidores para desarrollar nuevos mercados. Estos consumidores-innovadores se tratan de consumidores con ganas de innovar y de trazar una relación de colaboración con la empresa. Estos consumidores deciden personalizar y mejorar un producto determinado para que se adecue a sus necesidades específicas. Por tanto, las empresas se aprovechan de estas nuevas ideas de mejora y las aplican. Su futura aplicación puede ser determinante para el descubrimiento de un nuevo nicho de mercado o, en cambio, descubren un nuevo mercado donde participar. Un ejemplo de lo explicado anteriormente puede ser el de las pastillas Juanola, producto utilizado para calmar la tos. Debido a las experiencias o nuevas formas de mejora de los propios consumidores-innovadores, las pastillas Juanola han descubierto un nuevo mercado al que ir, la gastronomía. Ya son muchos cocineros quienes las utilizan para condimentar sus platos, especialmente los postres.

Ahora bien, para que los consumidores-innovadores deseen compartir estas ideas de mejora se necesita que estos estén motivados ya que ellos lo que hacen es crear productos que satisfagan mejor sus necesidades. Lo que realmente hacen es personalizar el producto. Toda esta personalización requiere de un proceso, empezando la primera fase con el desarrollo de productos de su propio interés, siguiendo con la evaluación de otros usuarios y posterior perfeccionamiento y finalmente, acabando si el producto lo merece con la entrada de los fabricantes para explotarlo.

Finalmente, para seguir con el hilo del título, decir que los consumidores-innovadores poseen la información potencial de las empresas para el descubrimiento de nuevos mercados, nichos, etc. Por tanto, no los hemos de dejar de lado y sí que debemos cuidarlos y escucharlos a menudo. En ellos reside la vida de las empresas.

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