Hoy en día las organizaciones se mueven en un entorno dinámico y competitivo donde nada es seguro. Ha terminado la era en la cual el entorno era estable y las empresas podían planificar su estrategia a largo plazo. Debido a ello, la empresa del siglo XXI no se puede quedar quieta porque si lo hace se quedará atrás y poco a poco será expulsada del mercado.
La solución pasa por introducir el concepto de innovación en la organización. En el uso coloquial, innovación se refiere a nuevas propuestas, inventos y su posterior implementación económica. En el sentido más estricto, se dice que las ideas sólo pueden considerarse innovaciones en el caso de que se implementen como nuevos productos, servicios o procedimientos que tengan una aplicación exitosa imponiéndose en el mercado. Ahora bien, para innovar hay que tener en cuenta la posibilidad de fracasar en el intento. El problema es que la sociedad no ha enseñado a evitar el fracaso y a tenerle miedo. Pero equivocarse, ¿necesariamente es malo? No siempre. Y, ¿es posible innovar sin fracasar? Sí, pero se aprende mucho más innovando tras haber fracasado y, sobre todo, nunca se vuelve a cometer el mismo error.
Fracasar es un concepto que todo emprendedor u organización que quiere innovar tiene en mente cuando se dispone a llevar a cabo una nueva iniciativa empresarial. A pesar de ello, muchos emprendedores y empresas lo quieren evitar al máximo. Le tienen miedo y también llegan a considerarlo un tema tabú. Es necesario un cambio de mentalidad y adoptar un enfoque del fracaso como algo que permite madurar y aprender.
Además, es necesario distinguir entre fracasar y ser un fracasado, ya que «es el proyecto el que fracasa, no el emprendedor el que se convierte en fracasado cuando su proyecto no sale adelante». De todos los errores se aprende y, es más, lo importante es sacar provecho de ellos. Tropezar una y otra vez es de humanos, lo que les diferencia es la capacidad para levantarse y continuar. Esa debe ser la máxima de todo emprendedor. Este nuevo enfoque se puede resumir con el siguiente proverbio japonés: “fall seven times and stand up eight”.
Lo dicho previamente no significa que es inevitable fracasar para poder tener éxito. Lo que sí es necesario es no tener miedo al error, sino que más bien hay que enfrentarse a él y asumir sus correspondientes riesgos.
Para terminar, y a modo de conclusión, existe una fina línea entre el éxito y el fracaso, y las empresas tienen que aprender a conseguir el óptimo equilibrio.
En Innovation FactoryTM Institute entendemos la importancia de la innovación y lo hemos relacionado creando cursos de liderazgo, innovación y de la importancia de desarrollar un nuevo enfoque y mentalidad frente al fracaso. Para ello te invitamos a consultar los siguientes cursos:
- ‘El fracaso desde una perspectiva positiva’: http://www.innovationfactoryinstitute.com/cursos-metodos-y-herramientas/el-fracaso-desde-una-perspectiva-positiva
- ‘Un road map para emprendedores’: http://www.innovationfactoryinstitute.com/cursos-metodos-y-herramientas/un-road-map-para-emprendedores
- ‘Inmersión en innovación y creatividad para el conjunto de la organización’: http://www.innovationfactoryinstitute.com/cursos-cultura-organizativa/inmersion-en-innovacion-y-creatividad-para-el-conjunto-de-la-organizacion
- ‘Innovar, una cuestión de teoría de juegos’: http://www.innovationfactoryinstitute.com/cursos-metodos-y-herramientas/innovar-una-cuestion-de-teoria-de-juegos
Estos cursos te permitirán aprender acerca de las organizaciones, de su capacidad de innovación, así como acerca del entorno actual. Además, aprenderás sobre cómo hacer para ver el fracaso desde una perspectiva positiva. Estos cursos están adecuados a las necesidades actuales de las empresas y proporcionan herramientas que luego los profesionales podrán utilizar en sus puestos de trabajo. Según el curso se entrega el creativity kit o el innovation kit. ¡Te invitamos a darle un vistazo a nuestros cursos sobre innovación y creatividad!