¿Se imagina tener los recursos suficientes como para ofrecerle al equipo la retribución que ellos consideren? ¿Aumentaría tal hecho la productividad y rentabilidad de la empresa? Y, ¿la motivación de los individuos?
Según un estudio realizado por el doctor Tomas Chamorro- Premuzic, psicólogo y profesor de la facultad de psicología del University College of London, el dinero no produce ningún efecto sobre el nivel de motivación que tiene el trabajador en relación al proyecto o la tarea que desempeña. De hecho, aunque se diera el caso anterior (en que podemos ofrecer al equipo el salario que ellos consideren justo) no aumentaría la rentabilidad de nuestra empresa puesto que su nivel de motivación seguiría siendo el mismo y, como ya sabemos, el grado de motivación es determinante a la hora de tener ideas innovadoras y un personal lo suficientemente implicado como para llevarlas a cabo.
Un estudio realizado a 15.000 individuos demuestra que tan sólo el 2% cree que el salario está altamente relacionado con el nivel de satisfacción laboral. Y sólo el 4,8% está satisfecho con lo que cobra. Lo más sorprendente es que parece no haber diferencias entre culturas tan distintas como la taiwanesa de la americana, por ejemplo. Pero, llegados a este punto y habiendo negado un aumento de la productividad a causa de un aumento de los recursos, cabe preguntarse si se produce el efecto contrario, es decir, ¿puede ser que los salarios demasiado altos desmotiven?
Un estudio realizado por Edward Daci y su equipo reveló que una retribución demasiado elevada sólo afecta negativamente al desempeño de aquellos empleados cuya motivación esté principalmente guiada por factores intrínsecos (factores propios del trabajador), especialmente cuando se trata de tareas interesantes y agradables. Concretamente, por cada punto que aumentaba la media de retribución, la motivación intrínseca del sujeto respecto a la actividad realizada disminuía un 25%. Este es un hecho considerablemente penoso para aquellos que se dedican a la gestión de personas, pues es bien conocido el alto valor de la motivación intrínseca y su destrucción sólo implicaría más recursos que disponer para obtener unos niveles de productividad óptimos.
Finalmente, a pesar de los resultados obtenidos, en términos generales se ha concluido que cada persona otorga al dinero un nivel de importancia diferente. Y más relevante aún es el sentido que los individuos otorgan al dinero que poseen (desde seguridad y poder hasta amor y control). Es por ello que se ha considerado más relevante, a pesar de los resultados obtenidos por el estudio, fijarse más en qué sentido le otorga cada empleado al dinero que gana para poder entender sus motivaciones y ajustar mejor el sistema de retribución a sus necesidades.