La creatividad de los empleados supone uno de los activos intangibles más valiosos para las empresas en la actualidad. Es gracias a ella que muchas organizaciones logran encontrar nuevas y revolucionarias maneras de hacer las cosas, logrando así cambiar su rumbo y alcanzar un éxito que resultaría impensable por medio de otras vías. Pero surge un problema, derivado de la intangibilidad de la creatividad. Y es que no siempre es fácil valorar el potencial que ofrece la creatividad, y esto se presenta como un gran obstáculo para la misma.
Los empleados son una de las principales fuentes de innovaciones y nuevas ideas con las que cuentan las organizaciones. Sobretodo, el factor que la hace tan interesante es el hecho de que la generación de nuevas ideas se produce de forma interna, lo que facilita el proceso de innovación siempre y cuando la empresa cuente con los canales y medios necesarios para potenciar y canalizar la creatividad de su fuerza de trabajo. Es por ello que se hace tan necesaria la adopción de técnicas y procedimientos enfocados a canalizar dicha creatividad.
¿Qué mediadas pueden ayudar a potenciar la creatividad de los empleados?
En primer lugar, encontramos un concepto conocido como el “embudo de ideas”. Éste, se basa en potenciar la aportación de cuantas más ideas mejor por parte de los empleados de cualquier nivel. Estas ideas pasan posteriormente a ser filtradas y de entre ellas se seleccionan así las que la empresa considere que tienen mayor viabilidad e interés en base a su estrategia y objetivos. Este método resulta de gran utilidad siempre que sea acompañado de un sistema óptimo de recogida de ideas, que no descarte ninguna hasta haber sido valorada por el responsable designado para ello, ya que de lo contrario se podrían estar descartando ideas con un gran potencial, en perjuicio de la organización.
Por otra parte, resulta vital la creación de un sistema que permita generar y enviar ideas desde cualquier área de la empresa, y que el responsable designado para su evaluación y filtraje las reciba de forma adecuada. Esto puede parecer fácil en la teoría, pero en la práctica resulta uno de los puntos más conflictivos a la hora de canalizar la creatividad y las ideas que surgen en la empresa.
Para su correcto funcionamiento, es necesario establecer un formato homogéneo que estandarice la forma en que se generan y envían ideas. Esto además facilita, en gran medida, la labor del evaluador al permitirle una visión más clara de cada idea recibida. También resulta necesaria la creación de un espacio que centralice y almacene de forma efectiva las aportaciones que se vayan generando, ya que puede darse el caso de ideas que en un momento determinado no resulten interesantes pero que si lo sean en el futuro.
Por su parte, el evaluador debe dar feedback a los generadores de ideas, tanto si se considera viable la misma como si no, a fin de que no se sienta frustrado y de motivarle a continuar siendo creativo y compartiendo sus ideas con el resto de la organización. En resumen, el sistema debe ser accesible para todos y facilitar la participación, así como apoyarse mediante la implantación de un formulario estándar que establezca un formato homogéneo para facilitar la aportación y filtraje de ideas.
Algunos de los sistemas de canalización de ideas pueden ser los buzones de sugerencias, el correo electrónico, una plantilla de papel distribuida entre los empleados donde se informe de la dirección departamental a la que hacerla llegar, un formulario accesible mediante la web o la intranet corporativa, sesiones presenciales específicas donde se compartan ideas y se potencie la creatividad de los empleados, o formalizar un “teléfono de las ideas” a través del cual se puedan sugerir innovaciones. A pesar de que existen muchas posibilidades, se recomienda empezar por un solo canal, ya que de lo contrario su gestión podría entorpecer el correcto desarrollo del sistema de aportación de ideas.
Gracias a las ideas aportadas por sus empleados, las organizaciones tienen un mecanismo de gran utilidad que les permite ser capaces de lanzar al mercado productos innovadores, o de mejorar los ya existentes, creando valor para las mismas y permitiéndoles generar ventajas competitivas gracias a la innovación continua.
Esto es claro, sin creatividad la empresa no puede crecer y si lo hace será en porcentajes muy bajos. Esto debe ser fomentado por la misma empresa pero sin tener que hacer frente, tomen en cuenta de que muchos empleados no les gusta, que los directores los presionen sin que lo hagan, es decir, cualquier cosa que pase de parte de los empresarios pueden ser tomados como presión, por esto es preferible que fomentación sea dirigida por otras personas.
Las empresas están en la búsqueda de empleados creativos, que demuestren y se esfuercen por pertenecer a un mundo altamente competitivo.
Por ello, es importante propiciar un ambiente laboral agradable que estimule la creatividad y libertad de ideas, pensamientos o sentimientos, pero ¿cómo lograr ser un empleado creativo?
La creatividad se trata de un pensamiento original, el cual nace de la imaginación y en realidad no se necesita ser un genio para tener una mente creativa.
Le comparto un artículo con tips para ser un empleado creativo.
http://goo.gl/i1BAzW
Pingback: Creatividad empresarial: 4 beneficios de desarrollarla en tu empresa para
Estimad@s,
Os recomendamos leer el artículo siguiente: https://www.innovationfactoryinstitute.com/blog/como-fomentar-la-creatividad-en-el-trabajo/ donde explicamos como fomentar la creatividad en el trabajo. La creatividad es una habilidad, y como tal puede desarrollarse. Cuanto más la ejercitemos, más creativos seremos, por tanto una de las claves es empezar a practicar. Otra clave importante es que la creatividad debe ser gestionada y puesto que puede parecer un poco desordenada necesita un poco de rigor y disciplina. Un saludo,
Equipo de CreaInnova Institute™ & Innovation Factory™ Institute