Las metodologías Agile están en auge y hacen que nos repensemos nuestras formas habituales de trabajar. En febrero del 2017 publicamos el artículo “¿Qué metodología de Innovación es más adecuada para mi empresa?” donde acabamos listando las 12 principales metodologías de un total de 70 analizadas. Hoy volvemos a hablar de una de ellas, las metodologías Agile.
En 2010 Steve Denning, en su artículo ‘Estrategia de liderazgo’ argumentó que las metodologías Agile representaban un gran avance en el pensamiento directivo. Resolvió un antiguo problema de gestión: cómo conseguir una innovación continua con una ejecución disciplinada. No obstante, tuvo dos tipos de reacciones diferentes: la del mundo del software, que celebraron el reconocimiento de Agile y la del mundo de la administración en general donde hubo una reacción de escepticismo. Hubo que esperar al 2016 cuando la Harvard Business Review publicó su histórico artículo «Embracing Agile«, de Darrell K. Rigby, Jeff Sutherland e Hirotaka Takeuchi, que mostraba la importancia general de la gestión del ágil más allá del software. Pero los pensadores de la dirección general no estaban convencidos y aun así plantearon la pregunta: ¿podría el Agile escalar? Ahora la Harvard Business Review también tiene una respuesta a esa pregunta: Agile opera a escala. En un artículo en la edición de mayo-junio de 2018, «Agile at Scale«, de Darrell K. Rigby, Jeff Sutherland y Andy Noble, aprendemos que «las compañías pueden escalar ágilmente de manera efectiva y que hacerlo crea beneficios sustanciales».
En la actualidad, la mayoría de los líderes empresariales están familiarizados con los equipos de innovación ágil. Estos pequeños grupos empresariales están diseñados para permanecer cerca de los clientes y adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes. Cuando se implementan correctamente, casi siempre resultan en una mayor productividad y moral del equipo, un tiempo de llegada al mercado más rápido, una mejor calidad y un menor riesgo de lo que los enfoques tradicionales pueden lograr. Sin embargo, al mirar alrededor de las grandes organizaciones, podemos ver que todavía hay una gran brecha entre la aspiración ágil y el logro ágil. Así, aunque en una reciente encuesta de Deloitte a altos ejecutivos, casi todos los encuestados (94%) afirman que «la agilidad y la colaboración» son prioritarias para el éxito de su organización, sólo el 6% dice que son «muy ágiles hoy en día». Para entender esa brecha, necesitamos hacer más explícitos algunos aspectos del Agile que están menos enfatizados en el artículo del HBR.
- Ágil es mentalidad, no sólo un proceso o una metodología
- La mentalidad ágil implica un cambio profundo
- Ágil es un requisito estratégico, no una opción táctica
- “The elephant in the room”: maximizar el valor para el accionista tal y como se refleja en el precio de las acciones
- Ágil tiene sentido así como dinero
- Ágil requiere una cultura abierta
- La transformación de la gestión es parte de un cambio social más amplio
Estos elementos se suman a una transformación en la gestión, así como a los cambios en la sociedad en su conjunto. Las empresas deben ser ágiles, adaptables, capaces de adaptarse sobre la marcha para satisfacer los caprichos cambiantes de un mercado impulsado por el cliente. De hecho, muchas de las grandes empresas de TI de éxito no utilizan la etiqueta «Agile» para describir la forma en que son dirigidas. En su lugar, hablan de «la manera de Google» o de «nuestra cultura startup». De los cinco grandes, Microsoft es la excepción al hacer un compromiso explícito con la etiqueta «Agile». Pero sea cual sea la etiqueta que se utilice, las empresas de software exitosas están implementando de forma reconocible la sustancia de Agile.
Como resultado, el mundo está entrando en una nueva era: la era de lo ágil. Las organizaciones ágiles están conectando a todos y todo, en todas partes, todo el tiempo. Están creando un mundo en el que las personas, las ideas y el dinero interactúan de manera rápida, fácil y barata.
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- Simulación equipo comando de Innovación:
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Estos cursos te permitirán aplicar distintas metodologías de innovación y aprender más acerca de cómo entender al cliente, cómo co-crear valor con metodologías ágiles y rápidas para responder a los problemas del mercado. Estos cursos están adecuados a las necesidades actuales de las empresas y proporciona herramientas que luego los profesionales podrán utilizar en sus puestos de trabajo. ¡Te invitamos a darle un vistazo a nuestros cursos sobre innovación y creatividad!